CREAR, FORJAR PODER POPULAR

jueves, 16 de abril de 2009

CONDENAN A 25 AÑOS A FUJIMORI PERO SE MUESTRA CLARAMENTE EL RETROCESO IDIOLOGICO BAJO LA SUPUESTA VICTORIA DE DEMOCRACIA

Despues de la sentencia el júbilo por el reconocimiento de la culpabilidad de Fujimori y su posterior sentencia de 25 años de prisión efectiva reinó en muchos sectores progresistas. En verdad se estaba sentando precedentes mundiales porque Fujimori es el primer ex Presidente al cual se le reconoció haber cometido delitos de lesa humanidad.
Los familiares de las víctimas por fin tuvieron la oportunidad de saborear la justicia y empezar a cerrar una gran herida. Y en verdad que se los notó liberados de tanto olvido, indiferencia e injusticia de estos últimos años.
No obstante, aun siendo importante la sentencia por el precedente, es necesario reflexionar sobre sus implicancias políticas e ideológicas.
Lo primero es que la coyuntura nos ha hecho olvidar el origen de la mayoría de los males de esta sociedad. Nos ha hecho olvidar los orígenes de la guerra interna, sus actores sociales y lo que estaba en disputa. Y es que al no haber ningún solo cuestionamiento a la justicia peruana en torno a este caso, lo que se ha legitimado es lo que todos los partidos manifestaron: de que esta sentencia demuestra que el Estado de Derecho que vivimos, es el mejor de todos los estados conocidos y que por tanto todos debemos defenderlo. “Vivimos una verdadera democracia”, “Son las ventajas de vivir bajo un sistema que sí se preocupa por los más débiles” dijo la derecha y desde la otra manga nadie respondió.
Este silencio legitima la “democracia” que bajo este sistema se nos impone. La democracia de las empresas que pueden envenenar, expoliar y violar a las mujeres de nuestros pueblos. La democracia que nos golpea y desaparece cuando salimos a las calles a luchar por lo que nos corresponde (ayer que se legitimó esta democracia, no hubo represión).
Nadie habló de esa democracia que con nuestros propios impuestos nos persigue y asesina. Y es que nada costaba dejar el mensaje de que si bien es un avance, este es nada en cuanto al origen de los males de nuestra sociedad. Ahora, todos vivimos bajo las ventajas del modelo de libre mercado.
Y ayer quedó más claro que nunca. En el programa de Rosa María Palacios se analizó el hecho de que con los distintos beneficios penitenciarios que nuestro sistema otorga, Fujimori, podría salir, bajo libertad condicional, en cuatro años.
¿Es ese el tiempo que se merece un genocida? Esto me recuerda a cuando llegan las elecciones presidenciales. Todos miran a la izquierda menos vendida pensando que es el que nos queda y no hay otro. “Apoyemos a Ollanta pues” ¿y los crímenes contra el pueblo de “Madre mía”? “No importa pues, total, es de izquierda: es compadrito de Chávez y Evo”.
No importa pues, 25 años (o cuatro años), la cuestión es que se le condene.
¿Y a los empresarios como el “socialdemócrata” de Dionisio Romero, cuándo lo juzgaran por ser un personaje gravitante de la reacción en la guerra interna?
Ahora que Bolivia le ganara 6 a 1 a Argentina se me vino a la mente algo ¿Por qué festejamos el empate con Argentina unos meses atrás en Lima como si fuese una clasificación? ¿Hasta cuando seremos un pueblo que festeja las derrotas, los genocidios
[1] y reconoce al presidente negro como el mayor avance de la democracia burguesa y no como un producto de alta cosmética política de la clase dominante de este país?
Ayer me quedó más claro: el trabajo popular es más grande del que pensábamos…

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